Comentario
Entre los egipcios existieron diferentes grupos sociales, sujetos a una fuerte jerarquización y estructura. En la sociedad egipcia el faraón ocupa el más alto escalafón y los esclavos se sitúan en la posición más baja de la jerarquía. En su mayoría procedían de otros países, capturados en la guerra o vendidos por mercaderes especializados en este "producto". El esclavo se podía dedicar a todo tipo de trabajos, agrícolas o domésticos, teniendo potestad su dueño para venderlo, cederlo o alquilarlo.
Por encima encontramos a los sirvientes; a cambio de una pequeña retribución realizaban todo tipo de trabajos, considerándose personas libres pero dependientes de su señor.
Los campesinos serían la siguiente clase social. Dentro de este grupo distinguimos a los braceros que trabajaban para el faraón, un templo o un rico hacendado a cambio de un miserable salario. Los pequeños propietarios debían entregar la mayor parte de sus cosechas al Estado o los templos en calidad de tributos, viéndose obligados a realizar los trabajos públicos necesarios a cambio de la manutención.
Los artesanos se encuentran en la clase intermedia, habitando en su mayoría en las ciudades. También estaban obligados a realizar los trabajos comunitarios, pero podían pagar a alguien que los sustituyera.
Los miembros de la administración constituían las elites de la sociedad, aunque encontramos una subdivisión dependiendo de sus cargos.